5 sept 2008

Comentarios aparte

Con esto de los blogs al alcance de los mortales, la intolerancia ha alcanzado niveles descomunales. No estoy diciendo nada más que una obviedad, pero el modo de interactuar de los seres humanos (mejor dicho, argentinos, que son los que yo conozco) es algo que me viene sorprendiendo desde hace varios años, el habitante promedio no acepta que otro piense diferente o tenga gustos diferentes (sin ir más lejos "Gobierno-Campo"... y no hablo de los sectores, hablo de las opiniones de la clase media que nada tenía que ver con el conflicto).
Cuando era pre adolescente, esto lo veía mucho con relación a la música. Decir que te gusta tal o cual estilo musical no dirige la conversación a un: "Que bien, a mi nunca llegó a agradarme ese estilo, ¿podrías decirme que es lo que te parece bueno de esa música que escuchás para, tal vez, replantearme mi parecer sobre ella?"... o tal vez un tibio: "Ah". No, en una mayoría de los casos se termina con un: "Eso es una mierda, andá, aprende a escuchar musica, gil" o peores. Recuerdo el caso de unos jovenes que durante una fiesta ascesinaron a balazos a algunos concurrentes porque estos no querían escuchar la misma música que los agresores.
Con esto no me quiero desviar del tema, lo que digo es que esta intolerancia acerrima está en todos los ordenes de la vida. ¿Qué es lo que nos hace impedirnos a nosotros mismos aceptar las diferencias?
Comencé este Post hablando de los blogs precisamente porque es muy simple, hay que hacer la prueba, ingresar a un blog donde se postea un comentario de opinión personal y es avasallado por comentarios casi siempre subidos de tono en los cuales por momentos se comienzas discuciones directas, donde un comentarista le responde a otro comentarista y así se hablan entre si durante líneas y líneas de comentarios. Y a veces, lo que me parece muy poco acertado, el creador del blog se dedica a responderle de forma agresiva a un comentarista que opina diferente a él. Digo que me parece poco acertado porque el propietario del blog es dueño y señor de publicar o no el comentario, de modificarlo o no... en definitiva, de dejarse a si mismo siempre bien parado.
No tengo respuestas, solamente preguntas. ¿Rechazamos en tal modo a otros que no queres que sean diferentes a nosotros mismos?, ¿Los rechazamos a tal punto de llegar a odiar?, ¿Eso es lógico?... tal vez tenga que ver con el egocentrismo, nunca mejor pensado en esta era que vivimos. No lo se... la verdad, no lo se.