- Eh Marcos, acá, vení... ¿cómo andás ché, todo bien?
- Si, si, ¿vos?
- Excelente macho... ¿un café... un café?.
- Si.
- Genial, dos cafés... Marquitos, anoche cuando me llamaste justo me estaba acordando de vos, me decía -Con Marquitos hace tanto que no nos vemos-, porque hace tanto que no nos vemos loco. Claro, cada uno con sus cosas, últimamente estamos... ¿Cómo se dice?.
- Des encontrados. Ché Luís...
- Eso, estamos des encontrados y bueno, además la familia, las nenas, ¿te mostré las fotos de las nenas?, mirá Marquitos, son divinas. La más grande está aprendiendo violín, no sabés lo bien que toca, es como... como... ¿cómo se dice?.
- Una prodigio. para escuchame...
- Eso!!, una prodigio, creo que dentro de poco la vamos a tener que llevar a tocar al Ópera... al exterior!!, ¿te imaginás a mi en el exterior Marcos?, sentandome en un restaurante parisino chistaría y diría... ¿Cómo diría Marcos?
- Garçon... Luís, dejá de hablar boludeces y escuchame... mirá, estoy cansado, me cansé de escribir guiones pelotudos para vos, para tus espectaculos de mierda, me salió un laburo bueno como guionista para la televisión en España y me voy a ir... no se, buscate otro, alguien que tenga ganas de escribir para vos.
- ¿Qué?, y me vas a cortar así nomás, al final sos un garca.
- No se, tomalo como quieras, mirá, me tengo que ir, tengo muchas cosas que hacer.
- Ma si!!, pero tomatelás, andate gil, ¿quién te necesita, eh? ¿quién te necesita?. ¿Acaso te pensas que uno no puede vivir sin vos?, pero sabelo gil, vos no sos... no sos... no sos... ¿cómo se dice?.. ché Marcos, ¿cómo se dice?... ehh, vení, contestame che!!.
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